European Consumer

Tuesday, April 18, 2006


EL consumidor europeo hoy...


El consumidor europeo es de una gran complejidad individual porque su comportamiento está regido por diferentes culturas nacionales y regionales.
El asunto se complica por el hecho de que Europa está en constante cambio con cambios internos dramáticos y poderosos factores internos.

El Euro. La consolidación Industrial. Internet…

Pero las personas se toman mucho tiempo en asimilar los cambios y el consumidor europeo continúa su búsqueda de personas, historias y fuerzas culturales, flaquezas y prejuicios.
Europa, siendo un continente tan vasto, aparenta no estar preparado para reunir tan grande homogeneización de consumidores pero algunos elementos clave parecen conducir a un grandioso mercado europeo y a una unión de los consumidores.
Esta es una dinámica importante con potenciales implicaciones para organizaciones europeas y negocios de todo el mundo que intenten criar nuevas oportunidades en un de los mayores mercados del mundo.
Después de décadas en que las democracias del Oeste Europeo eran un conjunto de mercados estables, ahora las cosas empiezan a cambiar…
Las certezas del pasado son solamente eso: Pasado.
Los agentes de mercado de la actualidad tienen que tener presente todo un nuevo conjunto de realidades y el nuevo consumidor europeo que emerge.
Una herramienta muy importante para distinguir y atender al consumidor europeo será el CRM (Gestión de las Relaciones con el Consumidor) con objetivos como identificar, atraer y detener los consumidores más valiosos para garantir un crecimiento rentable.
Pero para eso hay que tener una percepción de las variables económicas y culturales en un contexto macroeconómico.

Definiendo los terminos.
¿Que intentamos decir con “Europeo”?
En principio está ligado a los 15 miembros iniciales de la Unión Europea, más Suiza.
Pero hay más: 10 países de Europa Central, Chipre y Malta.
Rusia aparenta no querer entrar en el grupo pero Coca-Cola y Macdonalds ya están disponibles para el consumidor ruso…
Pero es en Europa Occidental donde nos concentramos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Europa Occidental se ha empeñado en una gigantesca tarea: constituir una comunidad europea de naciones con libre movimiento de capitales, bienes y personas.
Y, a pesar de las dificultades, la Unión Europea se ha tornado en una realidad y un Parlamento Europeo, Banco Central y Tribunal de Justicia vieron la luz (pero con cada país ostentando todavía una gran autonomía).
Y ahora hay también el Euro…
¿Pero hay o habrá diferentes consumidores europeos, como los podemos distinguir de los demás?
El comportamiento de los consumidores puede ser definido como función de dos factores recíprocos:


Internos- Comportamientos, personales y sentimientos;
Externos- la interrelación de los individuos con el ambiente que lo envuelve.

¿En un momoento en que las organizaciones de mercado se organizan cada vez más en mercados específicos, será necesaria la identificación de un consumidor europeo?
La experiencia del gigante sueco IKEA dice que sí.
A mediados de la década de 80, IKEA intentó entrar en el mercado americano, como le parecía razonable y lucrativo, haciendo en América su modelo europeo una vez más.
Pero ha encontrado problemas inesperados…
Por ejemplo:
Las camas y armarios eran demasiado pequeños, los gustos eran muy diferentes y a los americanos no les gustaba las esperas en filas. Además los americanos, a quien le gusta mucho hielo en sus vasos, pensaban que los floreros eran vasos…
Aquí se verifican las diferencias entre consumidores y americanos, mucho mayores que el océano que los separa.
La experiencia de IKEA demostró el peligro de tomar una aproximación sobre-intuitiva del mercado, los consumidores y las relaciones entre consumidores.
La importancia de estas relaciones es intuitiva pero el valor exacto que es necesario invertir en iniciativas CRM no lo es.
La frontera entre éxito y fracaso puede estar definida en nuestra percepción de los factores externos que aproximan y afectan los consumidores.